lunes, 13 de abril de 2009





LOS SIETE CIELOS


http://www.youtube.com/watch?v=dnREtYxCY-I&feature=related


El número cuatro como una crayola mágica siempre aparece en los momentos más intensos de mi vida...es como si fuera un trébol de la buena suerte....( por cierto cuando voy por las veredas de mis amadas montañas siempre me gusta disfrutar de su sabor ).....en esos cuatro días que faltaban para mi cita....andaba como una hormiga sin antenas...dando vueltas y más vueltas ...tratando de encontrar el hilo mágico para un buen comienzo...después de tanto buscar entre manuscritos...música...poemas. dos varitas de incienso...más una buena dotación de dulces.....decidí dejarlo al azar....con una grabadora...diferentes discos...una carpeta con hojas y más hojas entintadas en azul...unos libros de poemas...emprendí el caminar.....cuando traspase la puerta el primer guía me dijo...trae un equipaje tan enorme....acaso piensa quedarse para siempre?...mi voz casi inaudible....pronuncio ...tal vez. ...si se me concede el iniciar a cielo abierto...... espere un momento ....entro por otra puerta al interior....tardo varios minutos en salir....el corazón me palpitaba en demasía...cuando me dijo puede pasar...casi doy media vuelta y salgo corriendo como una gacela ....respire profundo...profundo..... traspase el umbral....
Me hicieron pasar...en el patio ...ahí estaban todos a un lado y otro sentados....dos chicos guardaban el orden...segundos le llamaban....encendí el incienso....por más que quería pronunciar las palabras se quedaban ahogadas en mi interior....al ver a todos esos seres ...en sus rostros reflejaban un dolor inmenso.....todo silencio....ciento cincuenta y cuatro corazones más el mío ....palpitando.....
Empecé a decirles....estoy asustada porque nunca he hablado ante tantas personas....solicito humildemente tengan paciencia a bien mío.....un pequeño de escasos 8 años...contesto....yo también tengo miedo.....y una voz y otra más ...empezaron a corear al tiempo que sus manitas aplaudían ... se hizo un eco general......compartimos los dulcitos.......bien mis niños amados empecemos a liberarnos de tan pesado ropaje.....las primeras notas de la música comenzaron a emanar.....el poema de mi Octavio Paz hizo eco ese atardecer bajo todas esas hectáreas de infinito cielo azul...
Después de compartir el poema solo me dio tiempo de llevarme una mano al corazón al tiempo que decía...


Que nunca les falte el agua
Que nunca les falte el fuego
Que nunca les falte el amor.

( Ni un minuto más....ni un minuto menos...la campanilla con su lenguaje secreto me llamaba...ohmmmm....ohmmmm....era el tiempo de partir.....infinitamente agradecida.....esa noche...y todos los atardeceres que siguieron....los guardo como un tesoro en mi cajita de onilala...)

Beatrice



( Piedra de sol esta compuesto...por 584 líneas...este número de versos es igual a la conjunción de venus con el sol....584 días....los antiguos mexicanos llevaban la cuenta del ciclo venusino a partir del día cuatro ....o lin el día cuatro eca....584 días después señalaban el fin de un ciclo y comienzo de otro )

PIEDRA DE SOL

( extracto )

Un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo y llega siempre:

Un caminar tranquilo

de estrella o primavera sin premura,

agua que con los párpados cerrados

mana toda la noche profecías,

unánime presencia en oleaje,

ola tras ola hasta cubrirlo todo,

verde soberanía sin ocaso

como el deslumbramiento de las alas

cuando se abren en mitad del cielo,

un caminar entre las espesuras

de los días futuros y el aciago

fulgor de la desdicha como un ave

petrificando el bosque con su canto

y las felicidades inminentes

entre las ramas que se desvanecen,

horas de luz que pican ya los pájaros,

presagios que se escapan de la mano,

Una presencia como un canto súbito,

como el viento cantando en el incendio,

una mirada que sostiene en vilo

al mundo con sus mares y sus montes,

cuerpo de luz filtrada por un ágata,

piernas de luz, vientre de luz, bahías,

roca solar, cuerpo color de nube,

color de día rápido que saltala hora

centellea y tiene cuerpo,

el mundo ya es visible por tu cuerpo,

es transparente por tu transparencia.

Voy entre galerías de sonidos,

fluyo entre las presencias resonantes,

voy por las transparencias como un ciego,

un reflejo me borra, nazco en otro,

oh bosque de pilares encantados,

bajo los arcos de la luz penetro

los corredores de un otoño diáfano.

Corredores sin fin de la memoria,

puertas abiertas a un salón vacío

donde se pudren todos los veranos,

las joyas de la sed arden al fondo,

rostro desvanecido al recordarlo

mano que se deshace si la toco,

cabelleras de arañas en tumultos

sobre sonrisas de hace muchos años,

A la salida de mi frente busco,

busco sin encontrar, busco un instante,

un rostro de relámpago y tormenta

corriendo entre los árboles nocturnos,

rostro de lluvia en un jardín a oscuras,

agua tenaz que fluye a mi costado

busco sin encontrar, escribo a solas,

no hay nadie, cae el día, cae el año,

caigo con el instante, caigo a fondo,

invisible camino sobre espejos

que repiten mi imagen destrozada,

piso días, instantes caminados,

piso los pensamientos de mi sombra.

piso mi sombra en busca de un instante,

No hay nada frente a mí, sólo un instante

rescatado esta noche, contra un sueño

de ayuntadas imágenes soñado,

duramente esculpido contra el sueño,

arrancado a la nada de esta noche,

a pulso levantado letra a letra,

mientras afuera el tiempo se desboca

y golpea las puertas de mi alma

el mundo con su horario carnicero,

Sólo un instante mientras las ciudades,

los nombres, los sabores, lo vivido,

se desmoronan en mi frente ciega,

mientras la pesadumbre de la noche

mi pensamiento humilla y mi esqueleto,

y mi sangre camina más despacio

y mis dientes se aflojan y mis ojos

Se nublan y los días y los años

sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico

y no hay nada detrás de sus imágenes

el instante se abisma y sobrenada

rodeado de muerte, amenazado

por la noche y su lúgubre bostezo

amenazado por la algarabía

de la muerte vivaz y enmascarada

el instante se abisma y penetra,

como un puño se cierra, como un fruto

que madura hacia dentro, echa raíces,

crece dentro de mí, me ocupa todo

me expulsa el follaje delirante,

mis pensamientos sólo son sus pájaros

su mercurio circula por mis venas,

árbol mental, frutos sabor de tiempo,

Oh vida por vivir y ya vivida,

tiempo que vuelve en una marejada

y se retira sin volver el rostro,

lo que pasó no fue pero está siendo

y silenciosamente desemboca

en otro instante que se desvanece:

Frente a la tarde de salitre y piedra

armada de navajas invisibles

una roja escritura indescifrable

escribes en mi piel y esas heridas

como un traje de llamas me recubren,

ardo sin consumirme, busco el agua

y en tus ojos no hay agua, son de piedra,

Miradas enterradas en un pozo,

miradas que nos ven desde el principio

mirada niña de la madre vieja

que ve en el hijo grande su padre joven,

mirada madre de la niña sola

que ve en el padre grande un hijo niño,

miradas que nos miran desde el fondo

de la vida y son trampas de la muerte

¿o es al revés: caer en esos ojos

es volver a la vida verdadera?

¡Caer, volver, soñarme y que me sueñen

otros ojos futuros, otra vida,

otras nubes, morirme de otra muerte!

esta noche me basta, y este instante

que no acaba de abrirse y revelarme

dónde estuve, quién fui, cómo te llamas

¿La vida, cuándo fue de veras nuestra?

¿cuándo somos de veras lo que somos?

bien mirado no somos, nunca somos

a solas sino vértigo y vacío,

muecas en el espejo, horror y vómito,

nunca la vida es nuestra, es de los otros,

la vida no es de nadie, todos somos

la vida –pan de sol para los otros

los otros todos que nosotros somos

soy otro cuando soy, los actos míos

son más míos si son también de todos,

para que pueda ser he de ser otro,

salir de mí, buscarme entre los otros,

los otros que no soy si yo no existo,

los otros que me dan plena existencia,

no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,

la vida es otra, siempre allá, más lejos,

fuera de ti, de mí, siempre horizonte,

vida que nos desvive y enajena,

que nos inventa un rostro y lo desgasta,

hambre de ser, oh muerte, pan de todos

Eloísa, Perséfona, María,

muestra tu rostro al fin para que vea

mi cara verdadera, la del otro,

mi cara de nosotros siempre todos,

cara de árbol y de pandero,

de chofer y de nube y de marino,

cara de sol y arroyo

y Pedro y Pablo,cara de solitario colectivo,

despiértame, ya nazco:

vida y muerte

pactan en ti, señora de la noche,

torre de claridad, reina del alba,

virgen lunar, madre del agua madre,

cuerpo del mundo, casa de la muerte,

caigo sin fin desde mi nacimiento

caigo en mí mismo sin tocar mi fondo,

recógeme en tus ojos, junta el polvo

disperso y reconcilia mis cenizas,

ata mis huesos divididos, sopla

sobre mi ser, entiérrame en tu tierra,

tu silencio dé paz al pensamiento

contra sí mismo airado;

abre la mano,

señora de semillas que son días,

el día es inmortal, asciende, crece,

acaba de nacer y nunca acaba,

cada día es nacer, un nacimiento

es cada amanecer y yo amanezco,

amanecemos todos, amanece

el sol cara de sol, Juan amanece

con su cara de Juan cara de todos,

Puerta del ser, despiértame, amanece,

déjame ver el rostro de este día,

déjame ver el rostro de esta noche,

todo se comunica y transfigura,

arco de sangre, puente de latidos,

llévame al otro lado de esta noche,

adonde yo soy tú somos nosotros,

al reino de pronombres enlazados

Puerta del ser: abre tu ser, despierta,

aprende a ser también, labra tu cara,

trabaja tus facciones, ten un rostro

para mirar mi rostro y que te mire,

para mirar la vida hasta la muerte,

rostro de mar, de pan, de roca y fuente,

manantial que disuelve nuestros rostros

en el rostro sin nombre, el ser sin rostro,

indecible presencia de presencias...

Quiero seguir, ir más allá, y no puedo:

se despeñó el instante en otro y otro,

dormí sueños de piedra que no sueña

y al cabo de los años como piedras

oí cantar mi sangre encarcelada,

con un rumor de luz el mar cantaba,

una a una cedían las murallas,

todas las puertas se desmoronaban

y el sol entraba a saco por mi frente,

despegaba mis párpados cerrados,

desprendía mi ser de su envoltura,

me arrancaba de mí, me separaba

de mi bruto dormir siglos de piedra

y su magia de espejos revivía

Un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede,

da un rodeo y llega siempre.

MI OCTAVIO PAZ



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