martes, 16 de febrero de 2010



Es intenso el invierno.... aun con toda esa nostalgía y melancolía que emana....las alas de mis sueños son mantas donde encuentro el calor que necesito para vivir....este anochecer he escuchado nuevamente a mi amado Chopin...mientras deslizaba el mirar en un poema de mi Octavio Paz....
Entreabro mis labios para acariciar el borde de la taza con suave aroma y sabor del humeante cafe ....este anochecer anhelo tener una chimenea ....donde abrigar mis pensamientos y sentires.....hasta la imagine cuando baje por las escalinatas....si...voy a construirla..así el proximo invierno...placidamente estare junto al fuego....con un libro entre mis manos...dos que tres velas...encendidas...y una copa de vino generoso....mmmm...mmmm...de solo pensarle ya lo estoy disfrutando....sorprenderme al escuchar el tintineo de la campana de la entrada...vislumbrar en el cristal la silueta de mi amado.....el invierno seria primavera....verso a verso...piel a piel....

Poesía y mi amado Chopin de que artilugío se valen para ponerle alas a mis sentimientos más profundos...

tanto por sentir....tanto por hacer....tanto por amar...

Beatrice





DECIR  &  HACER

 
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.

MI OCTAVIO PAZ



1 comentario:

  1. ¿Será la poesía esa chimenea que ilumina nuestra alma y calienta nuestro corazón?

    En mi vida he podido comprobar cómo, con el tiempo, los significados de lo que leo cambian. Pero no porque cambie el mensaje, sino por cambiar los ojos que recorren los versos. No siempre estamos preparados para descubrir la verdadera trascendencia de lo que nos ha sido dado...

    Cuando amamos, buscamos recogernos estrechamente en los brazos de nuestra amada. Es como si necesitáramos que se adentrase en nuestro interior para fundirnos en un solo yo. Con los años, aprendemos a dejar que sea el aire, el mar y la tierra, nuestro propio yo. No existe la distancia ni el tiempo, tan solo una especial comunión.

    Delicioso hacer de tu casa mi posada, Beatrice. Hasta noto el aroma a café y las notas de la música de Chopin.

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