martes, 4 de octubre de 2011




Yo estaba sola en la soleada orilla
de un lago azul pálido del bosque,
en el cielo flotaba una nube solitaria
y en el agua una isla solitaria.
El dulzor de la canícula
de cada árbol goteó con perlas,
y en mi corazón abierto
se deslizó una gota pequeña.
Edith Sodergran




1 comentario:

  1. Siento que hayas estado enferma y espero que ahora estés ya bien o muy recuperada. Estoy seguro de que tu animo puede haber estado debilitado por las circunstancias, pero tu alma es fuerte y ese sentido certero que has tenido de la vida estoy seguro de que guía con acierto tus pasos. Estoy seguro de que no hay que preocuparse y que todo volverá a la normalidad, si es que no ha vuelto ya. Nunca extraviaste tus huellas.

    Aún así, tienes todo mi cariño y mi apoyo. No me es indiferente tu situación y me alegrará saber que puedo, desde el cariño y la admiración, ser útil de alguna manera.

    Tu escrito es sobrecogedor. Me sorprende ver como el dolor intenso puede ir de la mano de la belleza más conmovedora, hasta hacer de la tristeza la más pura de las emociones. Es parte de nuestro alma y así debe seguir siendo.

    La vida es bella. La vida es una celebración. No perdamos la oportunidad de disfrutar de todo lo que nos ha sido dado. Como tu dices:

    Tanto por amar...
    Tanto por hacer...
    Tanto por sentir...

    Recibe todo mi cariño y un muy fuerte abrazo.

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